45. El Ideal de Dios, Parte 4


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Gatéka Religiosa
por Hazrat Inayat Khan

A menudo, muchos que están dispuestos a aceptar el Ideal de Dios, plantean preguntas sobre la personalidad de Dios. Algunos dicen: “Si todo es Dios, entonces Dios no es una persona porque “todo” no es una persona, “todo” es lo que se expresa con la palabra “todo”.

Esta pregunta puede ser respondida que: aunque la flor no se ve dentro de la semilla, la semilla culmina en la flor y por tanto la flor ya existe en la semilla. Si uno dijera que en la imagen de la semilla se hizo la flor, no estaría equivocado, porque la única imagen de la semilla es la flor. Si Dios no tiene personalidad, ¿cómo podemos nosotros los seres humanos tener una personalidad, que venimos de Él, de su propio Ser, y que podemos expresar lo divino en la perfección de nuestras almas? Si la burbuja es agua, con toda certeza el mar es agua. ¿Cómo puede ser que la burbuja sea de agua y el mar no? La única diferencia entre la personalidad humana y la Personalidad Divina, la Personalidad de Dios, es que la personalidad humana puede ser comparada; la Personalidad de Dios no tiene comparación. La personalidad humana tiene comparación debido a su opuesto, Dios no tiene opuesto por lo que Su Personalidad no se puede comparar. Llamar a Dios “todo” es como decir: una serie de objetos todos los cuales existen juntos en alguna parte. La palabra “todo” no le da el significado que puede explicar el Ideal de Dios, la expresión apropiada para Dios es El Único Ser.

El Ideal de Dios es tan enorme que el hombre jamás sería capaz de comprenderlo enteramente. Por lo tanto, el mejor método, que han adoptado los sabios, es permitir que cada hombre crea su propio Dios. Por este método sólo crea la concepción (de Dios) que es capaz de crear. Le hace el Rey de los cielos y de la tierra; le hace el Juez, el superior de todos los jueces, le hace Todopoderoso, El que tiene todo poder, le hace el Poseedor de toda la Gracia y la Gloria que hay, le hace el Dios Querido, misericordioso y compasivo; reconoce en Él toda la perfección. Este ideal se convierte en un escalón hacia el mejor conocimiento de Dios. El hombre que no tiene imaginación para crear un Dios y el que no está abierto a la imagen de Dios que le presenta un otro, se queda sin, por que no encuentra el escalón para alcanzar aquél conocimiento que su alma anhela pero le deniegan sus dudas.

Muchos se preguntan si crear a Dios en su imaginación no sería engañarse a si mismo. Alguien que no es visto por el mundo objetivo. La respuesta es que somos los gérmenes de la imaginación, nuestra vida entera está basada y se construye en la imaginación, y todo lo que está en este mundo objetivo si se juntara, - sólo hay una cosa duradera en la vida y es la imaginación. El que es incapaz, que no valora la imaginación, carece de arte y de poesía, de música, de modales y de cultura. Se podría muy bien comparar con una roca que nunca se molesta en imaginar.

El hombre no es capaz de hacer una imagen de Dios que no sea una persona – una persona con todas las mejores cualidades, la persona ideal. Esto no quiere decir que todo lo que es feo y malo no pertenece al universo de Dios o, en otras palabras, no está en Dios mismo. El agua del océano es siempre pura a pesar de todos los seres que pueden ser echados en ella. El Puro consume todas las impurezas y las convierte en la pureza. Lo malo y lo feo es la concepción limitada del hombre, en el Gran Ser de Dios éstos no tienen existencia. Por lo tanto, no se equivoca el que imagina a Dios como un Dios de toda belleza, libre de fealdad; porque por esa imaginación es atraído cada vez más en cada momento de su vida al Ideal Divino que es la búsqueda del alma. Una vez que haya tocado la perfección divina, en ella encontrará el cumplimiento de su vida.


Reflexiones diarias sobre los puntos siguientes en Gáteka Religiosa 45

Punto Uno: A menudo, muchos que están dispuestos a aceptar el Ideal de Dios, plantean preguntas sobre la personalidad de Dios. Algunos dicen: “Si todo es Dios, entonces Dios no es una persona porque “todo” no es una persona, “todo” es lo que se expresa con la palabra “todo”.
Esta pregunta puede ser respondida que: aunque la flor no se ve dentro de la semilla, la semilla culmina en la flor y por tanto la flor ya existe en la semilla. Si uno dijera que en la imagen de la semilla se hizo la flor, no estaría equivocado, porque la única imagen de la semilla es la flor.

Contemplación: ¿Nos reconocemos a nosotros mismos como “semilla de Dios”? Hasta que sea reflejada en nosotros Tu Gracia, Tu Gloria, Tu Sabiduría, Tu Dicha y Tu Paz.” (De la Oración Saum)

Punto Dos: El Ideal de Dios es tan enorme que el hombre jamás sería capaz de comprenderlo enteramente. Por lo tanto, el mejor método, que han adoptado los sabios, es permitir que cada hombre crea su propio Dios.
Contemplación: Permítenos reconocerte en todos Tus nombres y formas sagrados: como Rama, como Krisna, como Shiva, como Buda. Permítenos conocerte como Abraham, como Solomon, como Zaratustra, como Moisés, como Jesús, como Mahoma, y en muchos otros nombres y formas, conocidos y desconocidos para el mundo.” (De la Oración Salat)

Punto Tres: El Puro consume todas las impurezas y las convierte en la pureza. Lo malo y lo feo es la concepción limitada del hombre, en el Gran Ser de Dios éstos no tienen existencia.
Contemplación: Nos puede dar un gran soporte y consuelo el hecho de acordarse de que “El Puro consume todas las impurezas y las convierte en la pureza.” Posiblemente es prudente considerar que puede ser que haya una diferencia entre el ritmo humano y el divino. Por lo tanto, tanto paciencia como fe son buenos compañeros.

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